Saltaba el conjunto heliopolitano al campo con un contratiempo importante, la baja de Beñat. El vasco se quedó fuera de la lista por una gastroenteritis y en su lugar entró Cañas. Una decisión que sorprendió a toda la parroquia verdiblanca, al dejar en el banquillo a Matilla, más ofensivo y del corte del jugador ausente hoy que del canterano Cañitas. El resto del once lo conformaban Casto en la portería, Chica, Amaya, Dorado y Nacho en la zaga, el incombustible Iriney y Salva Sevilla en el centro del campo y un tridente formado por Jorge Molina en punta, flanqueado por Rubén Castro y Jefferson Montero, el cual volvía a la titularidad por la lesión de Vadillo, a pesar de no estar cuajando buenos encuentros últimamente. El 4-3-3 de siempre, jugando en casa y ante un rival de los llamados, "de su liga".

La charla que el ex-entrenador del Rayo tuvo con los andaluces en el vestuario parece que surtió efecto, ya que estos salieron más enchufados, a pesar de continuar con la inoperancia en el centro del campo. Las ocasiones contra la meta de Cobeño cada vez eran más claras pero, a su vez, más lo eran las contras de los madrileños, que aprovechaban su velocidad y a un Michu que él sólo se comió al centro del campo local. Los porteros empezaron a aplicarse a fondo y fueron los jugadores más destacados de sus correspondientes equipos durante el partido, en especial Casto, que tuvo que aplicarse en profundidad cuando su equipo dominaba el encuentro.
Los entrenadores comenzaron a mover piezas, donde Mel dio entrada a Santa Cruz por Jorge Molina, que no tuvo su día y cada vez da menos argumentos para ser titular. Con la entrada del paraguayo al campo, los verdiblancos disfrutaron de sus mejores oportunidades, destacando la más clara la protagonizada por un remate al palo de Rubén Castro, en la que Jefferson Montero no llegó a tiempo al rechace. Cuando todo parecía que la el gol local estaba cerca, otra nueva contra de los madrileños, en la que Nacho falló en el despeje, dejó solo a Lass, de lo mejorcito de su equipo en todo el partido al volver loco asu par, el cual transformó una bonita vaselina que les daba el 0-1 en el 80. Este mazazo fue crítico para los heliopolitanos, que acto seguido encajaron el segundo tras un penalti de Mario, el cual fue transformado por Koke, sellando el definitivo 0-2.
Arduo trabajo el que le queda al mister verdiblanco y a sus pupilos por delante para revertir esta situación, que aunque muchos no quieran darse cuenta, no es un bache, sino una crisis. Estos son los puntos que no deben escaparse: ante rivales directos y en el Villamarin.
Ficha Técnica
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Chica, Tito, Casado, Amaya, Botelho, Mario.
Formaciones
Real Betis: Casto; Chica, Amaya, Mario, Nacho; Iriney, Cañas (Momo, m.77), Salva Sevilla (Santa Cruz, m.80); Rubén Castro, Jorge Molina (Santa Cruz, m.61) y Jefferson Montero (J. Pereira, m.72).
Rayo Vallecano: Cobeño; Tito (Botelho, m.54), Arribas, Jordi, Casado; Javi Fuego, Movilla; Piti (Koke, m.72), Michu, Lass y Tamudo (Pacheco, m.63).
Goles
0-1, m. 80: Lass. 0-2, m. 88: Koke, de penalti.
Incidencias
Estadio Benito Villamarin.
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